*Con el respaldo del presidente AMLO, Mara Lezama fija las bases del desarrollo de Q. Roo
*Alianzas importantes con los poderes del Estado
*Mano dura contra taxistas rijosos
El Plan Estatal de Desarrollo 2023 – 2027 de la gobernadora Mara Lezama se antoja muy realista y hasta muy objetivo en lo que se pretende y se espera hacer en los siguientes años.
Contrario al “copia y pega” de administraciones anteriores -como ella misma le llamó al desinterés de los gobiernos de antaño por sacar adelante al pueblo- su plan de trabajo plasma metas y objetivos precisos que se tienen que atender para acercar la brecha de la desigualdad, acabar con la pobreza, el hambre y las necesidades de muchos quintanarroenses.
Los cinco ejes de su gobierno así lo indican: Bienestar Social y Calidad de Vida, Seguridad Ciudadana, Desarrollo Económico Inclusivo, Crecimiento Sustentable con Respeto al Medio Ambiente y, el que más llama la atención, Gobierno Austero, Honesto y Cercano a la Gente, todos ellos, basados en los preceptos de la política del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Se trata de un Plan Estatal de Desarrollo que no se armó a conveniencia de unos cuantos en reconfortantes y lujosas oficinas como se estilaba en antaño -¡claro que no!-, porque en un gobierno cercano a la gente las cosas se hacen directo, como Mara Lezama lo ha venido haciendo desde el primer día en que empezó a gobernar Quintana Roo.
La gobernadora goza de toda la confianza del presidente López Obrador y eso le ha permitido, no a ella, sino a Quintana Roo, tener la certeza de que el gobierno Federal invertirá en obras de mucha relevancia en el Estado, como ya se está haciendo.
En la presentación del PED 2023 -2027, Mara Lezama fue muy clara al señalar que este documento se hizo para reivindicar los derechos de quienes han sido marginados y hasta segregados en segundo término”, refiriéndose a los más pobres, a las familias vulnerables, a quienes viven en poblaciones con menos servicios.
La gobernadora Mara Lezama ha sabido hacer alianzas importantes con los gobiernos municipales y con los poderes del Estado, respetando siempre su autonomía; juntos han logrado, por ejemplo, la aprobación de un presupuesto histórico para Quintana Roo y, sobre todo, que casi 20 mil millones de pesos de esos recursos serán destinados al desarrollo social.
Mientras la gobernadora daba a conocer este importante paso de su gobierno para el bienestar de Quintana Roo, otros grupos desestabilizadores de la paz social irrumpían en la Ciudad de Cancún, escondiendo su furia incontrolada porque la justicia Federal autorizó la operación de UBER; -si, le atinó Usted.- los taxistas cerraron calles, secuestraron prácticamente a turistas y hasta golpearon a algunos por hacer uso de su derecho de utilizar el transporte que quisieran, menos el de ellos por lo pandilleros que son.
Lo lamentable del caso es que dañan la imagen de uno de los mejores destinos turísticos de México, lo que parece no importarle mucho al sindicato de mafiosos chafiretes de Cancún.
Pero la moneda ya está echada; el gobierno del Estado no permitirá desmanes ni maltrato a los turistas; la fuerza de la ley se impondrá en contra de aquellos quienes vulneren la paz y la tranquilidad de los quintanarroenses y sus visitantes.