• noviembre 25, 2024 3:21 AM

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Caminos del Mayab
Por Martín G. Iglesias


Fallan municipios en manejo de la basura

Durante ya mis 26 años en el periodismo, desde mis inicios escribo sobre el cuidado del medio ambiente, el fenómeno del efecto invernadero, las emisiones de CO2, la contaminación por transgénicos, evitar la contaminación del agua, del suelo, del aire y de los ecosistemas sensibles, como la mayoría de los presentes en la Península de Yucatán, que, como un todo, está integrada por Quintana Roo, Yucatán y Campeche.
No olvido el bienestar animal, así como la conservación de las especies en peligro de extinción, tanto que dentro de mi dieta están eliminados toda especie de caracol, tortugas, faisanes, venados y demás aves, que están dentro de la Norma Oficial Mexicana de Especies en Peligro de Extinción.
En ese contexto, las y los nuevos legisladores (Legislatura XVIII), así como las y los presidentes municipales que están por tomar el cargo en septiembre próximo, deben poner especial atención en el medio ambiente, pues Quintana Roo tiene ecosistemas muy sensibles, como los corales, los manglares, los cenotes, las cavernas, así como los litorales del Mar Caribe mexicano, sin olvidar al Gran Acuífero Maya están en el territorio.
Para poder cumplir con la conservación del medio ambiente, el Legislativo dotó de atribuciones a los municipios que están impresos en la Ley del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente del Estado de Quintana Roo, que en su artículo 6to especifica por medio de 28 fracciones lo que deben hacer los Ayuntamientos para mitigar y evitar la destrucción del medio ambiente.
Me llama la atención que en la fracción IV (4) del mencionado artículo, la Ley mandata al Municipio a “La regulación de las disposiciones jurídicas relativas a la prevención y control de los
efectos sobre el ambiente ocasionados por la generación, transporte, almacenamiento,
manejo, tratamiento y disposición final de residuos sólidos urbanos”, pero éstos cumplen a medias, porque si de algo carecen los 11 municipios de Quintana Roo es del correcto manejo, tratamiento y disposición final de los residuos sólidos, conocidos popularmente como basura.
Me atrevo a decir que pocos Cabildos conocen el inciso ‘g’ la fracción III del artículo 10 Bis de la Ley de Acción de Cambio Climático en el Estado de Quintana Roo, donde dice que corresponde a los Ayuntamientos, las siguientes atribuciones: Formular e implementar acciones para enfrentar al cambio climático, e integrarlas en los instrumentos correspondientes en las siguientes materias… g) Manejo Integral de Residuos Sólidos Urbanos.
Traigo a ejemplo algunos basureros a cielo abierto mal llamados rellenos sanitarios, así como los tiraderos de desechos en las carreteras del Estado, como el que está en el kilómetro 7 de la carretera Cafetal-Mahahual, en Othón P. Blanco, o los tres basureros clandestinos de la carretera Kantunilkín-Chiquilá; igual si transita de Felipe Carrillo Puerto a Tihosuco, a 9 kilómetros de la cabecera municipal está el basurero a cielo abierto, con todos los efectos que trae la filtración de lixiviados. También en la vía de la ‘Ruta de los Cenotes’ de la carretera Puerto Morelos-Leona Vicario hay dos tiraderos a cielo abierto a la orilla del camino.
No puedo olvidar las crisis ecológicas por falta de espacios para la disposición de los residuos sólidos que pasaron en el 2023 tanto Benito Juárez como Tulum, al colapsar sus rellenos sanitarios. Y obvio, el reportaje hecho por organizaciones civiles sobre la contaminación de la Laguna Chacmuchuc en Isla Mujeres. Es evidente que fallan los municipios para manejar correctamente la basura que prefieren concesionarla.
Así es que urgente, imperativo, necesario y legal, que el Legislativo reforme la Ley Ecológica de Quintana Roo para promover la economía circular, basada en la reducción de residuos en el sistema productivo moderno; donde pueda denunciar y castigar las malas prácticas en la gestión de residuos; así como motivar al ciudadano quintanarroense para que cambie su desinterés por el reciclaje o el control de los residuos peligrosos. Al tiempo…
SASCAB
Cada año parece que la conmemoración del inicio de la Guerra de Castas (Guerra Social Maya) va en decadencia, no puedo explicar a ciencia cierta lo que sucede, porque no solo se trata de la apatía de las autoridades en turno, sino de todas aquellas organizaciones “defensoras” de los pueblos originales; aunado, quizá, a la indiferencia de las nuevas generaciones por una historia, que desde mi punto de vista fue el génesis de lo que sería Quintana Roo.
Por más de 50 años se derramó sangre mexicana, sangre peninsular y sangre de los guerreros mayas que lucharon contra la opresión de los invasores de estas tierras, que defendieron con ahínco lo que consideraban suyo, el derecho a la libre determinación de su tierra, del cultivo, de una vivienda y de una remuneración justa.
Es decepcionante ver cómo algunos lugareños desprecian sus orígenes, y como otros “fuereños” quieren atribuirse la defensa del territorio, de la dignidad maya, de la cultura milenaria que fue (es) superior a las contemporáneas de su tiempo; no en vano por el odio racial, los invasores destruyeron los códices, que narraban los descubrimientos más asombrosos de los mayas. Ahí se las dejo…