En un acto de rechazo a la violencia y en busca de la paz, miles de venezolanos tomaron las calles de Caracas para conmemorar los 66 años de la victoria cívico-militar que puso fin a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Este periodo, caracterizado por la violación sistemática de los derechos humanos, dejó una huella imborrable en la historia del país.
El presidente Nicolás Maduro, sin embargo, señaló que esta fecha también marcó el inicio de una traición, ya que la élite política pactó el reparto del poder, excluyendo a las fuerzas de izquierda. El llamado a la movilización en defensa de la paz surge en un contexto en el que el fiscal general revela pruebas sobre cinco intentos magnicidas neutralizados en 2023.
En respuesta a la convocatoria del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), liderado por Diosdado Cabello, vicepresidente del partido, se espera que la movilización se extienda desde el 23 de enero hasta el 4 de febrero, cubriendo todo el territorio nacional con punto culminante en Caracas.
A pesar de la celebración por la recuperación de la democracia, la fecha también ha sido aprovechada por sectores radicales de la oposición. En 2014, el plan violento “La Salida” liderado por María Corina Machado, Leopoldo López y Antonio Ledezma resultó en la muerte de 43 personas. Posteriormente, en 2019, se intentó establecer un gobierno paralelo con el conocido “Proyecto Guaidó”, generando tensiones en la institucionalidad del país.