En una decisión dividida de cinco a cuatro, la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos concedió el lunes una apelación de emergencia presentada por la Casa Blanca, permitiendo al gobierno federal retirar el alambrado instalado por Texas en la frontera con México. La resolución desencadenó tensiones entre el presidente demócrata Joe Biden y el gobernador republicano Greg Abbott, quien también implementó barreras flotantes en el río Grande y permitió arrestos de inmigrantes acusados de invasión de propiedad privada.
El alambrado, extendido a lo largo de unos 48 kilómetros cerca de Eagle Pass, es parte de la disputa sobre la aplicación de la ley de inmigración. La Casa Blanca argumenta que obstaculiza la labor de la Patrulla Fronteriza, mientras que Texas sostiene que los agentes federales cortaron el vallado para facilitar el cruce ilegal antes de detener a los migrantes. Un tribunal federal de apelaciones había ordenado previamente a los agentes federales que dejaran de cortar el alambre.
El fiscal general de Texas, Ken Paxton, refutó la decisión de la Corte, indicando que cortar la valla no tiene nada que ver con una inspección y podría llevar a que otros estados impidan la autoridad federal. Paralelamente, México anunció una reducción del 50% en la migración fronteriza desde diciembre, elogiando los esfuerzos del país en el control de flujos migratorios.
El conflicto legal entre el gobierno federal y Texas sobre la frontera continúa, marcando un punto álgido en las tensiones políticas y migratorias entre las administraciones estatal y nacional en Estados Unidos.