Con más hermetismo que resultados sobre el deslinde de responsabilidades en torno al supuesto desvío de al menos seis millones de pesos en diciembre pasado, cuatro funcionarios de alto nivel de la Fiscalía General del Estado (FGE) fueron despedidos.
En su lugar, se nombraron nuevos servidores públicos avalados por el fiscal general del Estado, Raciel López Salazar, en una ceremonia realizada a puerta cerrada.
En diciembre pasado, Rubén Zarif Ávalos Garnica, entonces director de Administración y Finanzas, fue señalado por la autorización de “bonos navideños” a personal directriz. Estos pagos ascendieron a más de seis millones de pesos, beneficiando a un grupo cercano al fiscal general, quien en su momento negó conocer los hechos, aunque afirmó que existían dos líneas de investigación y que se prescindiría de quienes resultaran responsables.
Además de Ávalos Garnica, en el procedimiento interno fueron señalados otros altos mandos de la FGE, entre ellos:
Armando Guadalupe Dzib Cupul, director de Recursos Financieros.
Marte Paolo Cárdenas Fernández, subdirector de Contabilidad.
Maritza Gómez Betancourt, directora de Recursos Humanos.
Manuel Villanueva Chan, director de Recursos Materiales y Servicios Generales.
Por instrucciones del fiscal general, Raciel López Salazar, los nuevos nombramientos quedaron de la siguiente manera:
Sergio Chab Ruiz, director de Administración y Finanzas.
Marcela Pacheco Poot, directora de Recursos Financieros.
Rosario Castillo Villanueva, directora de Recursos Humanos.
Alberto Alfaro Hernández, director de Recursos Materiales y Servicios Generales.
Hasta el momento, se desconoce el avance de las investigaciones sobre el presunto desvío de recursos. No se ha informado si los exfuncionarios enfrentarán consecuencias legales o si el dinero será recuperado.
La falta de transparencia en el caso sigue generando cuestionamientos sobre la rendición de cuentas dentro de la Fiscalía General del Estado.